ANTIOQUIA
EMPRENDEDORA.
Una tarde fría de agosto de
1813, estaban reunidas todas las personas del pueblo en el bar más
representativo, allí se debatía si se tenía que hacer una revolución para
liberarse del yugo español, o por el contrario seguir siendo esclavos y
explotador por ellos. Mientras se discutía uno de los presentes se puso al
frente de todo lugar y empezó a decir: - no nos podemos seguir dejar mandando
por los españoles, los impuestos que nos cobran no están perjudicando en
nuestras labores diarias, nuestros amigos afroamericanos están sufriendo por la
forma en que los golpean y los ponen a hacer trabajos a veces inhumanos.
Nosotros somos una raza pujante, una raza que se puede valer por sí sola; creo
que nosotros podríamos vivir sin los españoles, podríamos fundar cosas,
inventar, construir carreteras para fortalecer el desplazamiento de un lugar a
otro, podríamos hacer muchas cosas solo si damos ese gran paso de liberarnos de
ellos.
Este emotivo discurso les
llego al corazón a Juan del Corral y las demás personas que estaban dentro del
bar, así que empezaron a discutir que hacían para poder obtener una
independencia absoluta e inmediata. Juan del Corral propuso: -Porque no entreno
todos hacemos una marcha, una marcha donde les demos a saber que son lo peor,
que son solo unas personas que son ricas a costa de nosotros. Hagamos una
revolución. Llevemos antorchas, invitemos a nuestros militares, en fin toda la
ciudadanía. Reunámonos todos en una sola voz.
Y así fue, se pusieron de
acuerdo para salir el 11 de Agosto a la plaza del pueblo.
Cuando llegaron allí hubo
una gran revolución, una revolución en donde los españoles salieron derrotados;
y los antioqueños victoriosos. Pero hubo un problema, ese mismo día no se firmó el acta de independencia.
Después de la revolución la gente
del pueblo quedo muy contenta con el resultado, pero no se dieron cuenta que
nada se había firmado y que aún seguían siendo propiedad de los españoles.
Cuando los españoles se dieron cuenta de que no había un papel que liberará a
los criollos de su garra, volvieron y los empezaron a golpear fuertemente.
Juan del Corral y José María
Córdova al ver esto hicieron un papel de proclamación de la independencia de
Antioquia del yugo español en donde quedaba la constancia de que los españoles
ya no eran dueños de los antioqueños y de que la independencia absoluta se dio
el 13 de Agosto de 1813.
La gente del pueblo quiso
celebrar este gran acontecimiento haciendo una gran fiesta en la plaza del
pueblo. Juan del Corral y José María Córdova eran los grandes anfitriones de
esta gran fiesta, allí se serviría comida y bebida para todas las personas del
pueblo, estaría de invitados las personas más importantes y reconocidas por su
espíritu de libertad.
Cuando llego el gran día, el
día de la fiesta todos se pusieron su mejor traje, el más elegante de todos. Al
llegar a la plaza del pueblo Juan del Corral y José María Córdova presentaron a
la comunidad a un personaje que cambiaría la forma de vivir de todos los
antioqueños, que cambiaría la forma de ver la vida, la forma de caminar, y que
los haría sentir muy orgullosos de ser antioqueños.
Toda la gente estaba a la
expectativa por saber quién era el que haría tan magnificas cosas para mejorar
la vida.
Cuando empezó el evento Juan
del Corral se puso al frente de toda la multitud y presentó al gran personaje,
era Pedro Nel Ospina.
Él dijo: - Después de que
nos liberamos de los españoles empecemos a valernos por nosotros mismos, a
salir adelante sin ayuda de nadie, a formar nuestras propias empresas, a hacer
unas muy buenas carreteras para desplazarnos, a construir grandes cosas. Yo
mismo enseñaré a las personas que así lo deseen, haremos de esta provincia la
mejor del país, la más emprendedora y la más innovadora.
.Toda la gente al escuchar
esto se emocionó de tal manera que al día siguiente empezaron a asistir a las
clases de Pedro Nel, empezaron a organizar muy bien las cosas que había dejado
la revolución y a dejar la provincia hermosa para empezar a construir.
Tiempo después se empezaron
a construir carreteras, puentes, túneles, cosas que hacían de Antioquia un
lugar en donde se podía vivir mejor, un lugar acogedor en donde se respiraba
libertad.
Estas grandes personas
también construyeron el ferrocarril de Antioquia, uno de los mejores del país;
del cual se sintieron siempre orgullosos porque a pesar de varios problemas lo
construyeron y empezó a funcionar. Así todas las personas de la provincia de
Antioquia vivieron completamente felices, dichosos de los que Don Pedro Nel
Ospina les había enseñado y que perdurarían por el resto de la historia hasta
nuestro presente. La provincia de Antioquia aprendió a sobrevivir sin ayuda de
los españoles, aprendió a salir adelante
por si solos y a ser libres, como pasó ese 11 de Agosto de 1813.
Al final de este cuento
volvemos a el presente, un presente en el cual nos sentimos extremadamente
orgullosos de ser paisas, gente echada pa’ delante, que ante las adversidades
salimos adelante y que se nos abre el pecho cuando hablamos de nuestros antepasados
y del legado que nos dejaron. Con todas esas cosas que hicieron nuestros
antepasados creamos el metro, el sistema integrado de transporte más importante
de Colombia y por el cual día a día nos sentimos más y más orgullosos.
Valentina García
Palacio. Ingeniería Civil I
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